¿A quién no le han rechazado un proyecto? o ¿ha sido despedido del trabajo? o escuchó un ¿»no te quiero»?
Todas acá tenemos una historia diferente que contar, a todas nos ha tocado alguna vez en nuestras vidas pasar por un rechazo y no una cerrada de puerta, sino MILES. Es así que la palabra «NO» ha calado fuertemente tanto en nuestra mente, como en nuestro espíritu. Y esto lo sabe muy bien Jia Jiang, un joven emprendedor que recibió tantos «NO» que hoy en día es un experto en rechazos, y se dedica a enseñar a la gente a superar sus propios miedos al rechazo.
«Todo empezó por mi miedo al rechazo. Me di cuenta de que por culpa de ese miedo estaba dejando escapar muchas oportunidades, me percaté de que estaba constantemente tratando de obtener la aprobación de todo el mundo. Y entendí que todo eso me paralizaba, que esa necesidad de que mis proyectos gustaran a todos los demás me frenaba de llevarlos a cabo. Porque al final todo el mundo tiene una opinión y es imposible que todos estén de acuerdo con lo que haces. Y si te dejas llevar excesivamente por el miedo al rechazo, al final no haces nada»
Jia Jiang
Al primer NO, lo inmediato y reaccionario es salir huyendo, sin embargo, la clave del éxito no se encuentra en el HUIR, sino en ENFRENTAR el miedo del rechazo, la crítica (especialmente si es desgarradora, cruel, tóxica y destructiva), no darse por vencida y coger todo eso como GASOLINA para analizar, reconocer, mejorar, pulir y seguir adelante con más ánimo y fortaleza. Entender que cuando nos liberamos de la carga que supone tener y/o sentir el rechazo/fracaso, nos volvemos inmunes a «perder», porque habremos aprendido a que absolutamente todo es parte de nuestro aprendizaje para transformar los errores/problemas en grandes oportunidades, probabilidades y soluciones. Así, la próxima vez que volvamos a la cancha lo haremos con mayor sabiduría para volverlo a intentar. No te pares, ahora no.
Jiang quedó devastado con el rechazo y el fracaso que suponía sus primeras ideas de negocio, fue así que decidió que tenía que hacer algo al respecto y empezó a superar su miedo al «no» y para ello comenzó a buscar situaciones en donde lo rechazaran tanto, de tal manera que cuando escuchara un «no», ya no le doliera tanto.
Fue así que inició su viaje de 100 días para buscar el rechazo a propósito, como entrenamiento para aprender del dolor, ganando confianza en las experiencias amargas. Empezó por preguntarle a la gente en la calle si le podían prestar dinero, la respuesta fue NO; cuando pidió que se le volviera a llenar el vaso de gaseosa sin pagar en un establecimiento, la respuesta fue NO; cuando intentó darle 5 dólares a gente desconocida, la respuesta también fue NO, (lo sé, suena sorprendente, ni siquiera le aceptaban el dinero). La tortura de los 100 días terminó con grandes lecciones y sabiduría, entre ellas, Jiang supo minimizar el dolor para seguir perseverando caída tras caída transformándola en resiliencia pura y de gran aprendizaje para él.
Ya en la jungla empresarial de los negocios, gracias a éstos «pequeños no», Jiang estaba preparado para escuchar los GRANDES NO sin que lo afectaran tanto. Jiang sostiene que antes de vivir en carne propia el rechazo continuo, no sabía cómo lidiar/manejar la situación de ser rechazado pero que después de vivir la experiencia en la práctica, no sólo ya no se dejaba hundir por la negativa de alguien, sino que, por lo contrario, se preguntaba ¿qué debía de hacer para obtener un sí y lograr lo que quería?.
El mensaje, además de aplaudir la perseverancia, es que la acción de poder reprogramar creencias hacia la resiliencia nos ayuda a persistir a través de la convicción y determinación, las cuales tienen el poder de hacernos libres e inmunes de todo rechazo a largo plazo, porque nos ayuda a transformar nuestros fracasos en éxitos a futuro.
El jóven empresario también sostiene que si se tardó en empezar su primer negocio fue debido al miedo al rechazo y que cuando al fin lo decidió hacer, las primeras críticas de su socio le hicieron sentir que debía de tirar la toalla y así casi lo hizo, hasta que entendió que el rechazo era cuestión de números. Por un lado, podría obtener el rechazo de una persona y por otro, la aprobación de otra. En la actualidad se siente más seguro cada vez que recibe un rechazo porque ya no lo toma personal, lo toma como lo que es, una opinión y lo más importante, ya no sufre por ello.
En cada NO, hay un posible sí, y al final del día, los resultados son importantes, pero igual de importante es el PROCESO DE APRENDIZAJE. Si sigues dejando de lado el aprendizaje del PROCESO y te rehúsas a escuchar o ver lo que pudiste hacer mejor, AHÍ ESTÁ LA FALLA, y en algún momento se hará grande como una bola de nieve, y tarde o temprano te explotará en la cara. La falla real no está en el error per se, está en NO VER EL ERROR y seguir haciendo lo mismo. Ya saben el dicho, <caminante no hay camino, se hace camino al andar>, por supuesto que sí, es el camino, en la cancha, en donde vamos aprendiendo, ganando pequeñas grandes victorias y también perdiendo, claro que sí. Lo importante es saber detectar a tiempo éstas fallas y empezar de nuevo con otra mirada y otra voluntad a la hora de actuar, es ahí donde te aseguro que verás resultados distintos.
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Sinceramente, quiero que estés bien
YOU GOT THE POWER
Ana Romero | mujerespower.com.pe